Hoy en la esquina de mi casa una persona murió sin que mediara un accidente de transito.
Yo, que venia bailoteando y cantando por la calle doble la esquina sin imaginar lo que iba a ver. Primero la gente amontonada, las ambulancias y después al cuerpo inerte tirado en el piso, siendo atendido por varios médicos. Todavía no era un cadáver, le hicieron choques (al mejor estilo E.R.) y la vi volver a moverse y respirar. Me sentí tranquila y levemente acongojada y seguí camino a casa, siguiendo las instrucciones del policía que repetía "me parece que no hay nada para ver".
En mi mente, la señora había ido a la panadería con el marido, la misma de siempre, donde ya los conocían, y al volverse juntos a su casa como tantas otras veces, la señora se desplomo en la vereda, sin previo aviso. Así suele ser la muerte, o al menos así lo es en los mejores de los casos, donde encuentra a su víctima viviendo y no agonizando en una camilla u otras formas de subsistencia no equivalentes a la vida en si.
A los pocos minutos tuve que volver a pasar por esa esquina, y la persona que había visto resucitar ya era un cuerpo tapado, custodiado por dos policías que esperaban a la Técnica, un cuerpo que dejaba atrás toda una vida que desconozco. Mientras tanto los chiquilines salían del liceo, otras parejas entraban y salían de la panadería, nacía el bebe tan esperado de mi compañera de trabajo y yo apagaba la música y pensaba mucho en todo.
La vida y la muere coexisten, conviven y se entreveran en el caos de cosas que nos rodean. A veces le tengo miedo las dos, hoy a ninguna.
las ganas de bailotear cosas terrajas no se pierden nunca
ResponderEliminares más, a la misma hora q vos escribias eso yo ponia mis ringtones cumbiancheros y bailaba sola en la cocina
y un rato antes se moría una mujer en la rambla que había ido a comprar una flauta con su marido
yo sí tengo miedo
Clap! Clap! Clap! clap! clap! clap! clap! clap! clap! clap! clap! Muy bueno, Anna ^^
ResponderEliminar