Alguien que quiero está en otro departamento por algunos días (dos seamanas, capaz), con poco acceso al celular y 0 a una computadora. Me di cuenta que igual iba a querer contarle sucesos, chusmearle, decirle cosas, más de las que entran en una llamadita corta desde arriba del cerro (para que Claro tengo señal).
Así que, bueno, cada día hago un resumen de cosas que quiero expresar, para que vea cuando llegue. Ya hubo cartita decorada, dibujo, video, postal, mail con fotos y ahora que toca una entrada en el blog, puede que haya agotado mis ideas realizables. Ahora es cuando empieza la segunda persona.
¿Cómo te lleva esa camperidad? ¿Muchas vaquitas y ovejitas y cosas? Yo volví al trabajo después de la licencia, y no fue muy raro. Ni siquiera me sentí incómoda. Todo muy lindo y tranquilo. Lo que si me anda incomodando un poco es la falta de tu presencia física, yo sé que vas a volver, pero mi cuerpo piensa por si solo, y piensa que el tuyo lo abandonó, pobre. Ya le dije, que si es paciente nos reencontraremos los cuatro, él, el tuyo, vos y yo. Algo que me semisorprendió gratamente es ver que tu estadía en mi vida va más allá del contacto físico, o del contacto en general, ya que no todos los días hablamos. Siento tus indicaciones cuando pongo el pelo al costado para desenredarlo, y tu mano cuando está oscuro y me da miedo, siento tu "anita....anita" si estoy por salir desabrigada, te veo en las partes cursis de las canciones y por momentos te siento conmigo de noche. Trascendés lo palpable, y eso me reconforta. Pero igual, ya no veo la hora de que seas palpable otra vez.
Te espero feliz y segura de la decisión de estar contigo y acompañarnos mutuamente.
Te quiero mucho, pila, montón.
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